He estado buscando información sobre la expresión "tener una venda en los ojos" y lo que encuentro es en relación al amor en pareja, a las relaciones de enamoramiento y desenamoramiento; no es ese el concepto que yo le aplico y en esta entrada voy a dar una opinión personal del significado que para mí tiene esta expresión tan visual.
La venda en los ojos se lleva en muchas ocasiones por simples códigos internos de conducta, de parámetros personales de comportamiento que no te dejan ver otras formas o criterios de actuar dentro de las relaciones íntimas. Me refiero relaciones íntimas a las que se entablan con las personas de confianza, con los más próximos como pueden ser hijos, padres, hermanos, amigos, compañeros de vida, colegas laborales, …
Con alguien "de fuera" estás en la precaución, en el " a ver por donde tira", pero yo por lo menos en mis relaciones personales íntimas no tengo las alertas encendidas y me he demostrado que es ahí donde hace la incursión el engaño, la mentira o la deslealtad. Ese es el aprendizaje que me dicen que tengo que hacer; estar alerta y no fiarme ni de mi sombra. Pero ¿Cómo vivir en la desconfianza? ese es mi reto.
¿De quién es la responsabilidad? ¿del engañado o del que engaña? ¿de la persona a la que le ponen la venda en los ojos o de quien la pone?
A mí hay momentos en los que me parece vivir en un mundo de locos, en el mundo al revés y me explico: en vez responsabilizar al que ejerce el engaño, al que incumple o al que daña, se hace responsable a la persona que confió, que creyó en la palabra dada, que juega con las reglas de creer en la sinceridad bidireccional ¿no es del revés o soy yo la que está del revés?
Quitarse la venda de los ojos supone una decepción personal intensa; ver que en realidad lo que uno creía tener al lado no es lo que se pensaba conlleva decepción. Nos creamos unas expectativas tomando como referencia lo que escuchamos y nos dicen las personas y la decepción viene cuando el concepto base de lo que son las relaciones son distintas. Interpretamos con distintos códigos las relaciones.
La decepción viene cuando en la partida uno juega sin hacer trampas porque es más importante jugar que ganar y la otra parte juega a ganar y a pensar que un "todo vale" es válido y no pasa nada porque cuando se es amigo, familia, compañero, etc, todo se perdona, se obvia y se olvida.
Esa ha sido mi venda en los ojos, esa creencia que es la que disculpa a los colegas, amigos o familia; hasta que se te cae la venda de los ojos con una persona. Con esa ya no te la vuelves a poner, pero mis preguntas son ¿Qué se hace con el resto de las relaciones? ¿se miden con el rasero de la venda recién quitada? Para mí todo esto, hay momentos en los que me resulta muy complicado determinar.
Así que, con la venda de los ojos con Factory Party Bilbao que me he quitado, voy a hacer como he leído y algún sitio: ¡un lazo para el pelo! un lazo o un sombrero, que me da para ello; así estaré mona para cuando apliquen la única solución que tienen para responsabilizarse: rectificación y enmienda.
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Gracias por leerme y decirte que en el momento que Factory Party Bilbao cumpla, este blog desaparecerá...¡ojalá desaparezca!